¡Ya se siente en el aire! La temporada de la Declaración de la Renta para el ejercicio 2024 está a la vuelta de la esquina. Este año, los contribuyentes podrán comenzar a presentar sus declaraciones desde el 2 de abril hasta el 30 de junio.Pero cuidado, porque muchos se llevarán una sorpresa desagradable al ver que tendrán que aflojar entre 400 y 900 euros. ¡Sí, has leído bien!
Este año, no es solo un ajuste normal del impuesto; es consecuencia de las nuevas retenciones que entraron en vigor en 2023.
A pagar: un nuevo mantra para muchos contribuyentes
A partir del inicio de esta campaña, si tus ingresos superan los 22.000 euros anuales, tendrás que presentar tu declaración. Esto se debe a una modificación del Reglamento del IRPF realizada por el Gobierno en diciembre de 2022. Desde este año, aquellos con salarios hasta los 35.200 euros verán reducidas sus retenciones.
parece bueno en teoría: menos retención significa más dinero líquido cada mes. Pero aquí viene lo complicado: si ganas más de esos dichosos €22.000 al año, te tocará devolver lo que no pagaste durante todo ese tiempo cuando llegue la hora H (la declaración).
Tus obligaciones fiscales dependerán principalmente de dos factores:
- Tus ingresos anuales: Cuanto más ganes y menos cargas familiares tengas, mayor será tu factura con Hacienda.
- Cargas familiares: Si tienes dependientes o responsabilidades familiares significativas y tus ingresos son bajos, podrías tener una menor retención pero aún así deberás pagar más al final.
Sugerencias para evitar sorpresas desagradables
No todo está perdido; hay formas inteligentes para manejar esta situación. Una opción es hablar con tu empresa sobre aumentar las retenciones mensuales en tu nómina. Aunque esto signifique recibir menos dinero cada mes (¡adiós cenas fuera!), te ayudará a repartir mejor ese pago anual y evitar sustos mayores cuando llegue la hora de hacer cuentas con Hacienda.
No olvides revisar bien tus números antes del plazo final; ¡no querrás quedarte sin saber qué pasó cuando veas esa cifra tan alta! Así que prepárate bien y evita ser parte del club “sorpresas fiscales”. ¡Buena suerte!